Esta fue la última procesión del Cristo de Esquipulas que ha de presidir el padre Pedro Marín, luego que se anunciara su jubilación como párroco de la Iglesia de Antón, y quien por 53 años organiza estos eventos en conmemoración al "Cachimbón", y por lo que fue condecorado hace un año por el presidente de la República, Martín Torrijos.
Ayer, en medio de la ceremonia religiosa a las 10:00 a.m. monseñor de la Diócesis de Penonomé, Uriah Ashley, a los pocos minutos de concluir el sermón, reconoció la excelente labor que ha desarrollado el padre Pedro Marín en pro de los más necesitados y manifestó que aunque se jubile, siempre contarán con su apoyo para seguir con el trabajo de la Iglesia en Antón y pueblos vecinos.
El padre Pedro Marín fue condecorado hace un año el 15 de enero en Antón por el Presidente de la República por su trabajo en el distrito antonero y por su labor como sacerdote en todo el país.
Por su parte, el padre Pedro Marín ya un poco cansado y abatido por la edad dijo que para él es un orgullo poder trabajar por el pueblo antonero, "mi vida y experiencia como sacerdote en Antón es como un libro de mil páginas, llegué hace 53 años y me complace saber que se deja un trabajo en pro de los católicos".
Aseguró que "es necesario dar paso a los sacerdotes jóvenes y además ya estoy cansado por los años y la edad que va rindiéndolo a uno, tengo mucho espíritu, pero el cuerpo ya no aguanta, yo sigo en Antón, ya no como párroco, pero sí ayudando a los campesinos y a las escuelas y otros programas de agricultura que necesiten ayuda".
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