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No menosprecies

Redacción | DIAaDIA

Estaba una liebre siendo perseguida por un águila, y viéndose perdida pidió ayuda a un escarabajo, suplicándole que la salvara de las garras del depredador.

Es así que el escarabajo le pidió al águila que perdonara a su amiga, la liebre; pero el águila, despreciando la insignificancia del escarabajo, devoró a la liebre en su presencia.

Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los lugares donde el águila ponía sus huevos, y haciéndolos rodar, los tiraba a tierra.

Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera que fuera, recurrió a Zeus, pidiéndole un sitio seguro para depositar sus futuros pequeñuelos.

Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo la táctica escapatoria que estaba usando el águila, hizo una bolita de barro, voló por los cielos y la dejó caer sobre el regazo de Zeus.

Sintiendo Zeus que algo había caído sobre él, se levantó para sacudirse aquella suciedad y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta. Esta táctica del águila, también había fracasado.

Por eso, desde entonces, las águilas no ponen huevos en la época en que salen a volar los escarabajos.

Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil, que no pueda alcanzarte.

No hagas el mal y atiende con prontitud al socorro de los que te necesiten; no sabes si algún día, ese mismo ser que ayudas, sea el que te salve en el futuro.

"Según su sabiduría es alabado el hombre; mas el perverso de corazón será menospreciado", Proverbios 12: 8.

   
 
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