Soy muy trabajador y en casa no le hace falta nada a mi esposa, porque esa es mi reina. Tengo con esa mujer tres hijas, a quienes amo mucho.

Moza, resulta que hace poco a la casa llegó a vivir la hermana de mi esposa dos años mayor que ella. Y por ser mayor que ella cree que puede mandar a mi esposa, incluso le está metiendo cosas en la cabeza para que me haga la vida de cuadritos. Mi cuñada se está quedando en casa, porque vino a trabajar a la capital y no tiene dónde quedarse, ya que sus otros familiares no la quieren por metiche.

Imagínese que ella le dice a mi esposa qué cocinar, cuándo debe lavar y hasta le ha dicho que no tenga intimidad conmigo, porque puede salir embarazada y es difícil tener otro hijo en estos tiempos.

Lo peor es que mi mujer le hace caso.

Esa situación me tiene harto, puesto que está acabando con mi matrimonio.

No sé cómo decirle a mi esposa que ya es hora de que la largue y punto.

Y para rematar finge que ama mucho a mis hijas para que no la bote.

¿Qué puedo hacer, Moza?

RODOLFO.
Amigo, Rodolfo, tú eres el dueño de la casa y puedes hacer allí lo que quieres. Si estás viendo que tu cuñada está acabando con tu familia es mejor que pongas un alto y ya.

Creo que debes luchar por lo tuyo. Antes de tomar esa decisión que debe ser pronto, tienes que hablar con tu esposa y comentarle que ya no aguantas y que la lanzarás.

Dile a tu esposa que lo sientes y que no quiere a su hermana allí por todo lo que está sucediendo apenas llegó. No permitas más ese abuso.

Otra cosa, dale un tiempo determinado para que busque dónde quedarse, puede ser una semana o quince días, para que luego no diga que la echaste a la calle y no tenía dónde vivir. Trata de arreglar eso por la tranquilidad de tu hogar.