Si tu padre o tu madre tienen problemas con el alcohol, puedes sentirte avergonzado, enfadado, triste, dolido o experimentar un sinfín de emociones. También es posible que te sientas impotente: cuando tu progenitor promete que va a dejar de beber, por ejemplo, puedes sentirte defraudado si no logra cumplir su promesa.
Los problemas con la bebida pueden alterar el funcionamiento de una familia.
Un progenitor puede tener problemas para conservar el trabajo y para pagar las facturas. Los hermanos mayores pueden verse obligados a cuidar de sus hermanos menores.
Algunos progenitores que tienen problemas con el alcohol pueden maltratar a sus hijos emocional y
o físicamente. Otros pueden desatenderlos al no proporcionarles suficiente guía ni suficientes cuidados. Los progenitores alcohólicos a veces también consumen otras drogas.
Independientemente de lo que ocurra, la mayoría de los hijos de alcohólicos quieren a sus padres y les preocupa que les pueda ocurrir algo malo. Los niños que viven con un progenitor alcohólico suelen probar todo tipo de cosas para impedir que beba. Pero, del mismo modo que los miembros de una familia no puede provocar la adicción al alcohol, tampoco la pueden frenar.
La persona que tenga problemas con la bebida deberá hacerse cargo de la situación. Si una persona ha adquirido un mal hábito con la bebida o una adicción al alcohol necesitará recibir ayuda acudiendo a un centro de tratamiento.
El alcoholismo repercute sobre todos los miembros de la familia en la misma medida que sobre el alcoholizado. Por este motivo, hay muchos grupos de apoyo que ayudan a hijos de alcohólicos a afrontar este problema.
RECONOCER EL PROBLEMA.
Muchos hijos de padres alcohólicos intentan proteger a sus padres ocultando el problema. Admitir que uno de tus progenitores tiene un problema -a pesar de que él no lo haga- es el primer paso para tomar el control de la situación
BUSCAR APOYO.
Puesto que el alcoholismo es un problema ampliamente extendido, varias organizaciones ofrecen grupos de apoyo de carácter confidencial y reuniones para personas que viven con alcohólicos. El conocido grupo Alcohólicos Anónimos (AA) ofrece apoyo a personas que viven con alcohólicos.
EL ALCOHOLISMO ES UNA ENFERMEDAD.
Puedes expresar amor y apoyo a un ser querido pero nunca podrás poner fin a sus problemas con la bebida. Hablar sobre el problema, buscar apoyo y elegir formas saludables de afrontar los problemas son elecciones que puedes hacer para sentir que controlas más la situación. Y, por encima de todo, ¡no te des nunca por vencido!
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