Recordó que, cuando estuvo embarazada, con una fuerte voz, el médico le dijo que su hija nacería con problemas. "¿Es su decisión tenerla"?, preguntó el galeno. Sin saber qué hacer caminó hasta la Basílica Don Bosco y se arrodilló delante de su imagen.

"En ese momento, me llené de fuerzas y le dije: '¿Puedes hacerme dos milagros?: curar a mi hija que viene en camino o darme fuerzas para seguir", exclamó la dueña de este relato, quien ayer llegó a darle gracias a Don Bosco por darle salud y poder atender a su hija de 48 años, quien sufre de epilepsia.

El recorrido de la procesión, que se realizó ayer en honor a Don Bosco, en el marco de su 123 años de su muerte se dio bajo una pequeña lluvia, pero no fue motivo para que cientos de devotos lucieran sus vestimentas negras pagando alguna manda en su nombre. Al llegar a la iglesia sus feligreses lo esperaron con pañuelos blancos y fuegos artificiales.

Don Bosco era oriundo de Italia y su fe llegó a Panamá con los primeros salesianos en 1907 y luego en 1909 el gobierno de aquel entonces le cedió la administración del Colegio de Artes y Oficios Melchor Lasso De La Vega.

ORACIONES
Durante la eucaristía, se pidió paz para el mundo, que se detenga la violencia y por el respeto a los derechos humanos.