Todo ocurrió a eso de las 2:00 p.m. de ayer, en el sector de Villa Dorita, cuando las niñas de cinco, siete y diez años tuvieron que ser auxiliadas por los vecinos porque, producto de la fuerte brisa que sopló, un enorme árbol de lana cayó sobre la vivienda de madera y zinc. Además, se llevó los cables del tendido eléctrico.

El terror se apoderó de las personas del área quienes temieron lo peor, pues fue necesario que derrumbaran parte de la casa para entrar y sacar a las niñas que no paraban de llorar.

La humilde morada pertenece a la familia Rivas, que está compuesta por dos adultos y una de las niñas (de cinco años), las otras dos son vecinas del lugar.

También fue necesario que llegara personal de la empresa de distribución eléctrica para que cortara el fluido.

APOYO
Luego del susto, las personas mostraron su molestia por lo ocurrido, pues aseguran que hacía seis meses ellos habían reportado que el árbol se estaba cayendo y ninguna autoridad hizo nada por impedir un accidente.

Afortunadamente nadie salió herido, pero ahora la familia necesita apoyo para poder reconstruir la casa que con esfuerzo lograron levantar.

SIN CASA
La familia Rivas necesita reconstruir su vivienda. Hace un llamado a las autoridades para que los apoyen.