Hace tiempo, la joven de 23 años, confesó que su adicción a la cocaína la llevaba a encerrarse para encontrar inspiración.

Sin embargo, según la página newsoftheworld.co.uk, Gaga también fue adicta al LSD, pero fue salvada por el fantasma de su tía.

"Creí que iba a morir. Quería ser como los artistas que amaba, Mick Jagger y Andy Warhol - y pensaba que la única manera era vivir a su estilo", narra la cantante en una nueva biografía.

"Pero entonces me di cuenta de que la hermana de mi padre, Joanne, quien murió a los 19 años, había instalado su espíritu en mí. Ella era pintora y poeta - y yo tuve una visión espiritual de que tenía que acabar sus negocios", señaló.

Tras ser echada de una escuela de artes en Nueva York, la joven inició su adicción a la cocaína, que siempre acompañaba con canciones de The Cure. Aunque después se acercó al LSD, y en uno de sus "viajes" estaba segura de haber conocido a Thom Yorke, de Radiohead.

Lady Gaga también confesó que su gira del año pasado, Fame Ball, estuvo dedicada a su tía. "Nunca la conocí, pero es una de las figuras más importantes de mi vida". ¡Buuu, qué miedo!