La experta manifestó que el mal de ojo no existe, que es un cuadro viral que evoluciona en un tiempo de tres a cuatro días y cuya terminación coincide con el período en el que la fiebre cede y cuando el niño es sometido a los baños y tratamientos para erradicar el supuesto mal de ojo.

Más cuidado

En ocasiones, cuando los familiares del bebé creen que está "ojeado" no lo llevan al médico y proceden a realizar los baños, pero al tomar esta decisión se corre el riesgo de que al niño le pueda pasar algo peor.

Un ejemplo de ello es la meningitis bacteriana que, de no ser tratada a tiempo, puede provocar convulsiones y serios daños cerebrales.

Por eso, es necesario que los padres, al menor indicio de enfermedad, lleven a su hijo al hospital para que el médico determine cuál es la condición y qué medicamentos debe tomar.