Eso lo sabe muy bien Marta Cox, quien juega en la posición de medio campista en el equipo Chorrillo FC. y tiene como cábala no permitir que sus padres asistan a los campos de juego a verla porque se desconcentra.

A sus diez años, esta niña de dulce mirada y tierna sonrisa, ya tiene tres de experiencia y asegura que este deporte le ha enseñado disciplina dentro y fuera de la cancha.

Su principal fuente de inspiración es su familia, la que desea mudar a un lugar más tranquilo donde no haya tanta violencia.

Esta jugadora reside en un apartamento en la calle 25 de El Chorrillo junto a sus padres Alexis Cox y Rubiela Villarreal.

El fútbol lo lleva en la sangre, porque viendo las jugadas de su padre en los oncenos Chorrillo y la Polícia Nacional la motivaron a seguir sus pasos.

Marta se defiende en la media cancha, pero dice que si pudiera escoger otra posición sería delantera.

Una de sus metas es ser abogada, y aunque sabe que es una carrera difícil anhela obtener una beca para poder estudiarla.

Marta quiere pertenecer a una Selección Nacional Femenina de fútbol y con ese fin practica los lunes, miércoles y jueves por espacio de dos horas para afianzar su técnica.

Pero sus metas no se quedan allí, pues ella quiere llegar a ser como su ídolo Ronaldinho.

Su entrenador la describe como una buena jugadora, disciplinada y que tiene buenos tiros a la vara. Por lo general la usa de contención, ya que ella domina bien el esférico.

GALARDON
En el ámbito deportivo, el año pasado obtuvo el título de mejor jugadora de la Liga Distritorial de Panamá.