Durante esta época de vacaciones, en la Escuela de El Valle de Urracá, en San Miguelito, han estado dando clases, pero los estudiantes son muy especiales. Sucede que ellos ya pasaron por el programa de alfabetización del MIDES, pero debían continuar preparándose y nivelándose para entrar al sistema de educación regular. Hay niños pequeños y también adolescentes, los más chicos entrarán a primer grado y los más grandes a carreras técnicas.
Pero dentro de esas aulas hay historias inimaginables, como es el caso de Cirilo Murillo, un jovencito de 15 años, quien no posee el sentido de la audición y hasta ahora es que ha conocido el lenguaje de señas. Es capaz de entender a otras personas y de escribir. A él no le gusta mucho que lo vean en la escuela, pues no quiere que su novia se entere. También quiere comprarse un celular, para poder chatear con todo el mundo.
En la misma aula, justo al lado de Cirilo, estaba Higinio Barrigón, un pequeño de 6 años que lo único que quiere es lograr escribir su nombre antes de ir al cielo, pues padece de cáncer y está en etapa terminal. Cuando conocimos a Higinio ya iba por la "o", de modo que ya debe haber avanzado bastante.
Muchos de estos niños han abandonado la escuela por pobreza, problemas con pandillas y demás. Ellos residen en El Valle de Urracá, Cerro Cocobolo y Altos de la Torre, cerca de la ciudad, no en lugares remotos, como cualquiera pensaría.
FIN DE CURSO
Para el próximo 14 de febrero, ellos deben culminar su curso de nivelación y recibir la evaluación de sus maestros.
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