Un llamado que no se puede negar. "Ser voluntaria es algo con lo que nací desde pequeña y que con el pasar de los años se fue fortaleciendo, pues me tiene ayudando a más de 15 personas con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida VIH
SIDA", relató Beverly Shehera, quien labora hace meses en la Casa Hogar El Buen Samaritano.
Ella confesó que laborar en ese ámbito social le ha traído muchas críticas de las personas que la conocen y hasta de su propia familia, ya que temen que ella labore con personas que padecen de esta enfermedad.
SU EXPERIENCIA
Dentro de su labor le ha tocado vivir muchas situaciones difíciles como el mal humor de los enfermos o las tragedias de aquellos que son denigrados por su familia y apartados de la sociedad.
En particular, recuerda el caso de una señora del interior, quien llegó en estado cadavérico y con un perfil emocional destruido, ya que fue abandonada y lo único que recuerda es que su esposo le daba mala vida, lo más triste es que aún no se han podido obtener los resultados de las pruebas de VIH, por lo tanto no se le puede medicar.
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