La idea de la pareja fue contratar a Doherty para que ofreciera un show en el propio jardín de su casa de la capital británica, el viernes por la noche, por el que pagaron poco más de 30 mil dólares. Dicen que llegadas las 9:00 de la noche, hora que había sido pactada para la presentación del cantante, la pareja fue avisada que él estaba "muy borracho", y que no podría ir a cantar. Siete horas después de lo previsto el ex de Kate Moss llegó.