Este topón estuvo como el pan de La Arena, más bueno.
Con tamboritos y murgas, Calle Arriba y Calle Abajo de Las Tablas demostraron todo su poderío en el famoso Topón, en el que se quedaron los fanáticos de hueso colorado.
Para los que tuvieron que regresarse para la ciudad, le contamos lo que se vivió en este tremendo julepe.
Las dos soberanas demostraron su destreza en el baile y tenemos que destacar que Mileydis lo hizo con mucho donaire, hasta el punto que mucha de su gente lloraba emocionada al verla cómo movía su pollera. ¡Le gritaban bellezas!
A eso de las 6:00 a.m., empezaron a sonar los cohetes que se extendieron por más de una hora, y ninguna de las dos tunas se quería dejar. Calle Abajo nunca bajó la intensidad, porque la descarga fue ininterrumpida, tanto así que el parque, la calle de la Iglesia y los alrededores quedaron llenos de papelillos y humo, ¡Nazareno!
Pero el topón apenitas comenzaba. Separado por dos cordones de policías las dos reinas y sus grupos se enviaban mensajes, que algunos traductores de señas tuvieron la delicadeza de explicarnos.
Según nos contaron los expertos en gestos, Calle Abajo, con su reina, Noris Edith, cargada en brazos le decía con señas a su rival: pobre, que su pollera era de ella y que a ella le sobraba dinero, es más rompió dinero y lanzaron tarjetas de crédito.
Lo mismo hizo Calle Arriba, que quemó una ballena de plástico, con los cohetes y le decían a su contraria gorda, igualmente rompieron billetes de veinte.
Los bandos por igual se sacaron bolsas de basura. ¿Qué se habrán querido decir?
Los ánimos se encendieron más cuando el jefe de la Policía permitió que ambas tunas se acercaran más, para decirse toda clase de frases, pero gracias a Dios nada pasó a mayores y todos se retiraron en paz. ¡Esto sí es folclor!
¿Quién ganó?, por supuesto que la gente, que disfrutó a más no poder de este cierre con broche de oro del Carnaval, en el que hubo el consabido lujo y esplendor.
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