Los presbíteros brasileños defendieron la necesidad de plantear alguna alternativa al celibato sacerdotal y una apertura de la Iglesia Católica para las parejas separadas en un documento que será enviado al Vaticano. Esta iniciativa fue aprobada ayer por los 430 delegados que participaron en representación de 18, 685 sacerdotes de las 269 diócesis brasileñas.