El viernes, que fue la izada de la bandera del Carnaval, dejaron a muchos con la boca abierta y fue motivo de muchos rumores la vestimenta poco apropiada para la ocasión, que lucía Sorángel Mattos, soberana del Carnaval capitalino, y sus princesas.

Cuando llegaban los artistas, algunos promotores no sabían en qué vuelo, ni a qué hora venía el artista, y hasta estaban enredados, ya que no sabían en qué hotel se quedarían.

Otra cosa es que no sabemos dónde quedaron los carros alegóricos que años anteriores eran la atracción de los desfiles. Este año, en los cuatro días, solamente un día desfilaron seis carros. Los otros, sólo un carro desfiló.

Se había establecido un lugar para los medios internacionales y nacionales, pero con el pasar de los días, quedó atestado de todo, menos de los medios.

Y el Sábado de Carnaval, nos dijeron que la prensa internacional iba adelante y nosotros atrás, o sea, cuando se van ellos, ¿quiénes quedan? Hubiésemos preferido que hicieran una tarima para los nacionales y otra para los internacionales.