Según el defensor del pueblo, Juan Antonio Tejada, esta situación limita el apoyo y asistencia estatal que reciben los menores que padecen esta difícil enfermedad o que han perdido a su madre o padre, víctima de la pandemia. Un estudio preliminar realizado por la Defensoría del Pueblo indica que en Panamá son pocas las instituciones u hogares que albergan niños y niñas y adolescentes abandonados y maltratados por sus padres, y varios de ellos cuentan con huérfanos con VIH/SIDA, por lo que requieren de un mejor acompañamiento estatal en la tarea de asegurarle una mejor calidad de vida a estos niños.