Los letreros de seguridad, los trabajadores y las estructuras de cemento se conjugan con la belleza de los guayacanes y los peatones que van y vienen por la transitada avenida.

Al caer, sus flores van formando una alfombra amarilla por toda la isleta de la vía, y, por su esplendor, muchos peatones aprovechan para disfrutar del regalo que les obsequia la naturaleza.

Mientras caminaba por el lugar, después de salir de su trabajo, Ricardo Flores se siente a gusto, pues no hay nada mejor que contemplar la naturaleza; destacó que los guayacanes no son la excepción.

Él reside en Betania y aunque en su comunidad hay muchos de estos árboles, cree que las autoridades deberían plantarlos por toda la ciudad.

Estos hermosos y coloridos árboles florecen una vez al año, y sus pétalos amarillos tienen un período de vida de tres a cinco días. Entre los meses de febrero y mediados de abril es cuando florecen.

El guayacán es fácil de cultivar, por eso no es extraño encontrarlos en cualquier rincón de la capital.

MAYO
Los expertos recomiendan el mes de mayo para la siembra del árbol de guayacán.