Los afectados denunciaron que los quieren sacar y derribarles sus quioscos, pero con su funcionamiento ellos sacan para el sustento de sus hogares.

Héctor Jiménez, uno de los buhoneros, manifestó que no se oponen al progreso, pero ante la falta de respuesta decidieron ejercer presión para ver si son tomados en cuenta.

Ante los reclamos, el director ejecutivo de la Oficina del Casco Antiguo (OCA), Ariel Espino, dijo que con el último grupo no se ha podido negociar.

Agregó que ya han hecho 10 quioscos y se han movido a 20 vendedores informales a la calle de enfrente, por lo que ya cumplieron con lo que se habían comprometido.

Aclaró que no tienen tiempo ni dinero para hacer más puestos y que ahora tendría que ser el Ministerio de Obras Públicas (MOP), el que se encargue de solucionar el problema.