Duras críticas. El heptacampeón mundial de la Fórmula 1, Michael Schumacher, habitualmente elogiado en su país, Alemania, fue puesto ayer en la línea de fuego por la prensa deportiva, luego del choque con su compatriota Nick Heidfeld en el Gran Premio de Melbourne disputado el pasado domingo.
Cuando faltaban 15 vueltas para la bandera cuadriculada en la carrera australiana, Schumacher, de 36 años y piloto de Ferrari, se negó a permitir el paso de Heidfeld, de la escudería Williams, y los dos se chocaron para terminar en el área de escape, a un costado de la pista.
"Rambo Schumi" estampó el diario Bild. "Heidfeld era más rápido, pero Schumi simplemente lo acorraló contra el césped, fuera de la pista y después no pidió disculpas".
El heptacampeón mundial insistió en que ninguno de los dos pilotos puede ser responsabilizado, y que lo ocurrido es parte de las carreras de automóviles.
"Yo lo vi detrás mío cuando salí de los talleres y le dejé claro que estaba dispuesto a defender mi posición. Es optimista por parte de Nick pensar que yo simplemente lo voy a dejar pasar por la parte de adentro de la pista", dijo.
Pero esa actitud de ganar a cualquier costo, exhibida por el piloto de Ferrari, llevó a este diario a preguntarse "¿Es realmente Schumacher tan mal perdedor?".
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