No hay queja, Metallica demostró el porqué es uno de los mejores grupos de rock desde hace décadas. Anoche, en su única presentación que ha realizado en este país, dio cátedra de buen rock pesado. Desde las 4 de la tarde el Figali Convention Center abrió sus puertas para recibir a miles de personas, entre esas, discapacitados, pues había un área especial para ellos. ¡Qué bien!
Todo arrancó a eso de las 7:30 p.m. con los teloneros, Mastodon, una banda que está acompañando a los roqueros (Metallica) en toda su gira llamada "Death Magnetic Tour". Como era de esperar, el sonido y su calidad de música estuvieron a la altura de un evento de este calibre. Ellos dieron un buen abreboca, interpretaron temas de sus álbumes Crack the Skye y Blood Mountain. Contagiaron tanto al público que una vez se fueron del escenario, los presentes enardecidos gritaban "Metallica", "Metallica". Por supuesto, que los ruegos no se hicieron esperar y luego de unos 40 minutos, a eso de las 9:20 p.m., apareció Metallica, con la fuerza que distingue a los amantes del "heavy metal".
Desde el principio los integrantes de esta agrupación integrada por Lars Ulrich, Kirk Hammett, James Hetfield y Robert Trujillo regalaron un derroche de energía, tanto en la batería como en la guitarra; la verdad que nunca había visto y escuchado algo así, eso estuvo fuera de serie.
El histórico show empezó con el tema Creeping Death y al igual que en otros conciertos, Kirk Hammett (guitarrista) se lució, al punto que muchos pensábamos que su guitarra estallaría. Kirk, a diferencia de otros cantantes, no perdió el tiempo y lo primero que dijo fue "Panamá city, estoy feliz de estar aquí". Palabras que retumbaron en los oídos de los presentes que provocaron que la gente estallara en gritos y silbidos.
Lo increíble de este megaconcierto es que los panameños y extranjeros gozaron tanto, que temas como Ride the Lightning, For Whom the Bell Tolls, Nothing Else Matters y, por supuesto, el clásico "Sad But True" fueron coreados a todo pulmón. Y fue precisamente el último tema mencionado el que provocó que muchos de los presentes se emocionaran como niño con juguete nuevo, y se pasaran la línea de seguridad. Por tal acción a varios de esos los sacaron del show.
Fue más de una hora y media de sonido fuerte, talento y de increíbles juegos de luces.
¡Ah!, y como siempre, los integrantes de los cuerpos de seguridad de los políticos se comportaron de manera grosera, precisamente los del vicepresidente Juan Carlos Varela, quienes le arrebataron la cámara al fotógrafo, ya que alegaban que no le podían tomar foto al "vice".
Mañana más detalles de esto.
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