Los Ferrari, del actual campeón del mundo, el finlandés Kimi Raikkonen y el brasileño Felipe Massa, y el McLaren-Mercedes, del británico Lewis Hamilton, parten como favoritos en un mundial en el que Fernando Alonso (Renault) tratará de buscar un milagro, con un coche inferior al de sus rivales.
La situación puede recordar a la de 2005 y 2006 en la que Alonso logró sus mundiales, cuando su coche no era el mejor, sí el más fiable, y supo sacar el máximo partido de todos los elementos que tenía a su disposición.
La diferencia de presupuesto entre Renault, Ferrari y McLaren hace que los recursos se tengan que optimizar al máximo para lograr mejorar el rendimiento y siempre están, por lo menos, las dos décimas de segundo que Alonso puede aportar con su pilotaje.
De momento, tras los entrenamientos, parece que Ferrari se mantiene en cabeza con McLaren. Ambos pueden contar con medio segundo de ventaja sobre sus rivales. Ferrari tuvo problemas de fiabilidad, Mclaren-Mercedes menos, pero pueden contar con una cierta ventaja.
¿PESARA?
Es previsible que a medio plazo la ausencia de Fernando Alonso en Mclaren-Mercedes se deje notar y pierda con respecto a sus rivales.
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