Los masajes liberan tensiones y movilizan el cuero cabelludo, estimulando así la circulación y favoreciendo la penetración de los productos. El cepillado proporciona volumen y lo prepara para los tratamientos.
Para un buen masaje, realiza movimientos circulares con los dedos, desde la coronilla, como si separases la piel. Luego junta los dedos y haz pequeños movimientos de vibración por los laterales, desde la frente hasta la coronilla.
También es bueno que presiones el cuero cabelludo con las manos planas, y luego deslízalas desde la frente a la nuca.
Con un cepillo en cada mano y la cabeza inclinada hacia delante, cepilla desde la nuca hasta la frente.
Por último, efectúa un cepillado en sentido contrario, desde el centro de la frente hacia la nuca.
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