A medida que pasaban las horas, y los panameños se informaban a través de los medios de comunicación sobre la disminución de la intensidad de las olas en el resto del mundo, la ansiedad disminuía, pero la curiosidad no.

Así, desde las 6:00 p.m., cientos de ciudadanos se apostaron en la Cinta Costera para visualizar el fenómeno que, se suponía, llegaría a Panamá alrededor de esa hora. Hubo quienes se armaron de su cámara fotográfica y se sentaron en el muro a esperar.

Ante la posibilidad de un evento de esa naturaleza, el presidente Ricardo Martinelli decretó una alerta verde e instaló el Centro de Operaciones de emergencia del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC).

De eso estaban muy bien informados Noel González y Yaritzel Morales, quienes degustaban un emparedado en una de las bancas de la Cinta, mientras aseguraban a este medio que en la mañana tuvieron miedo, pero que en tarde ya no, porque "en Hawái no golpeó con la fuerza que se esperaba y tampoco sucedió nada en Punta Burica", según sus propias palabras.

"Sí sentimos un poco de susto al principio cuando vimos las imágenes del satélite. Ya en la tarde no tuvimos miedo", explicaron.

En la mañana, Erick Camacho, director del Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá (UP), había explicado que el tsunami llegaría a las 5:30 p.m. a Punta Burica, Chiriquí y a la Cinta Costera a las 9:30 p.m. aproximadamente.

Por el comportamiento que estaba manteniendo el tsunami en su trayectoria, podría llegar con olas de una altura de entre 10 a 20 centímetros, por lo que lo más que se percibiría sería un pequeño oleaje. A las 6:30 p.m. el Sinaproc levantó la alerta verde.

En tanto el Ministerio de Educación (Meduca), envió a las 4:00 p.m. a casa, a los estudiantes de las escuelas, ubicadas en la costa del Pacífico.

DESDE OKINAWA
Yasnaia Eduardo Cranford es una joven panameña que reside en Okinawa, Japón, donde, según explicó vía facebook, no se sintió mucho el movimiento telúrico.

Eso sí, desde que se suscitó el temblor, la tarde de ayer, había recibido más de 14 llamadas de sus familiares en Panamá. Ella les dijo que está bien y que casi no se dio cuenta del suceso.