En toda su historia, Japón ha sufrido grandes terremotos que han traído destrucción, luto y dolor al pueblo nipón. En 1923, un terremoto de 7.9 en la escala de Richter, que tuvo su epicentro en Kuwanto, dejó 140 mil muertos. En 1933, en un maremoto ocurrido en la costa norte, perdieron la vida 2,990 personas.
En 1948, en la ciudad de Fukui, un sismo les quitó la vida a 5,131 habitantes. En 1952, unos 8,223 japoneses fallecieron en un terremoto en Hokkaido. Nuevamente, en 1984 y en 1986, perdieron la vida 104 personas en cada año.
Nuevamente, Hokkaido es azotado por un terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter en 1993, que dejó 230 víctimas fatales. En 1995, en Kobe, hubo otro temblor de 7.2 grados, y fallecieron 6,400 nipones. Mientras que, en el 2004, hubo 23 muertos en el noreste de Japón; en el 2007, fallecieron 11 personas en Nigata; para el 2008, hubo trece pérdidas humanas en Sendai; y en el 2009, una persona murió en Shizuoka. Ayer, tras el terremoto de 8.9 grados en la escala de Richter, más de 300 personas murieron y otras 100 mil están desaparecidas.
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