Sólo quieren un lugar en la sociedad. Ingrid Pájaro sufre de baja visión desde los diez años. Una infección que adquirió mientras se divertía en una piscina le afectó la vista, lo que la hizo una persona con discapacidad visual.
Aunque inicialmente para ella fue un trauma que pensó no superaría, la joven de 21 años se graduó y actualmente estudia Psicología con énfasis en discapacidad. Su sueño es graduarse y conseguir un trabajo, pero esta es una de las arduas batallas por las que luchan las mujeres con esta condición.
Como parte de la celebración del Día Internacional de la Mujer, la Comisión de Mujeres Ciegas, de la Unión Nacional de Ciegos, se reunieron la tarde de ayer para convivir y hablar sobre sus derechos.
María de López, presidenta de la comisión, dijo que dentro de la asociación, formada por 75 mujeres, hay secretarias, periodistas y profesoras que desean un lugar en la sociedad.
CHARLA
Por parte de la Secretaría Nacional de Discapacidad, recibieron una charla sobre los derechos y la política nacional de discapacidad, que busca mejorar las oportunidades laborales para estas personas.
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