"De mi condición sólo saben mis padres, pero el resto de mi familia, sospecha", esa realidad a la que se enfrenta Oriel (nombre ficticio) un joven, de 20 años y que desde los 15 se contagió de VIH. La vida para él ha sido dura, ha tenido muchos tropiezos, pero le hace frente a la vida.
Entristecido contó que una vez cuando trabajaba en la zafra, sufrieron una cortada él y su hermano. "No sabía que mi hermano tenía la enfermedad, y me contagió por medio sanguíneo", dijo Oriel. Fue en el hospital que se enteró al realizarse exámenes.
A raíz de sus padecimientos, estuvo recluido en una casa hogar por dos años, luego de sentirse un poco mejor, se fue adonde sus familiares. Oriel es de la comarca Gnöbe Buglé, y reside en Santiago de Veraguas.
Actualmente, está nuevamente en el Hogar Buen Samaritano, Juan Díaz, donde atienden a estos pacientes y lo tratan con cariño.
Para este joven, ser una carga para la sociedad no está en sus planes, pues labora para poder ganarse el pan de cada día. Cada cuatro meses asiste al infectólogo en el Hospital Santo Tomás para dar seguimiento a su condición.
Oriel aconsejó a los panameños que se cuiden, que usen preservativo para que no se infecten y los que lo tienen, que no se echen a morir, es más, hay que seguir hacia adelante".
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