Se les arruinó la fiesta. ¡Mamá, mamá me arden los ojos!, gritaba de manera desgarradora María del Carmen, de cuatro años, al ser rociada en su carita con gas pimienta por parte de unidades policiales de la Subestación de Pedregal. María era uno de los 20 niños que se encontraban viendo uno de los partidos de la liga de fútbol en el cuadro que está en Rana de Oro, Pedregal.
¿COMO SE INICIó EL INCIDENTE?
Al parecer, no todos los miembros de esta comunidad están de acuerdo con que se realicen los juegos, pues, según el capitán Andy Marín, encargado de la Subestación de Juan Díaz, son muchas las personas que llaman los fines de semana para quejarse del escándalo que forman en la calle y de la venta clandestina de licor que tienen algunos residentes frente al cuadro.
"El día del enfrentamiento acudí al llamado desesperado de una moradora que se estaba quejando y al llegar intenté parar la venta de licor; sin embargo, tuve que pedir refuerzos, ya que la cantidad de personas que se encontraban en el lugar, que era superior a las 200 personas", detalló Marín.
Destacó que al tratar de dispersar a las personas, el ambiente se puso tan tenso que tuvieron que rociar gas pimienta, el cual lastimosamente le cayó a los niños.
Es por esto que el capitán se pregunta, ¿qué hace un padre de familia bebiendo con su hijo en brazos en plena vía pública?
Aseguró no tener nada en contra de que se realicen los juegos siempre y cuando no beban en la vía pública.
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