María del Pilar Rodríguez, fisioterapeuta del IPHE, explicó que los movimientos, el ritmo y el patrón de marcha del caballo es muy beneficioso para los niños con discapacidad motora.

Manifestó que este animal tiene una temperatura mayor que la del ser humano y esto produce un nivel de relajación muscular.

Yolanda de Rentería, madre de una de las niñas que participa en el programa, asegura que su hija se relaja y hasta se divierte.

Mientras que otros padres expresaron que los pequeños están al aire libre y esto les garantiza mayor movilidad.

A pesar de que el proyecto se inició en el IPHE de Antón, hay algunas necesidades que enfrentan, como la falta de caballos, ya que los que utilizan son prestados.

Además, necesitan que alguien les pueda donar el establo y les ayude a condicionar el área para practicar.

Hoy se inaugurará de manera formal el proyecto.