Era una niña cariñosa y en diciembre se graduó de sexto grado en la Escuela Primaria Pacora. Esa era Katherine Espinoza, la pequeña que falleció tras golpearse la cabeza en el río Cabobré, luego de lanzarse de un árbol al balneario. Ella era la mayor de seis hermanos y tenía su cupo para entrar al Primer Ciclo Felipillo, por lo que su padrino le había regalado el uniforme, pero la desgracia llegó. En su residencia, la desolación era evidente.
Stephanie, su hermana, contó que su hermana quería ser doctora y la última vez que jugaron (béisbol) fue hace un par de días en la casa de su abuela, en Paso Blanco, Pacora. En tanto, Manuel Espinoza, su abuelo, recordó que su nieta lo llamó un par de horas antes del accidente para decirle que su abuela estaba enferma y que le había hecho el café. Por otro lado, su tía Agustina relató que la niña no sabía nadar y que era la primera vez que iba a río, porque una vecina la invitó. Ella y el abuelo están preocupados porque Aidé, de 27 años, madre de la niña, está desconsolada y padece de ataques después del incidente. La madre trabaja esporádicamente como ama de casa y su familia es humilde. Su tía desea ponerle un vestido blanco bonito el día de su entierro, pero carecen de dinero.
APLICADA
Katherine era una alumna distinguida.
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