Contó que lo primero que aprendió fue tejer y lo logró hacerlo leyendo revistas y viendo televisión en su tierra en Changuinola, Bocas del Toro. Su primer trabajo fue una sabanilla para bebé. Con el dinero que le daba su abuelo logró comprase su máquina de coser y hoy hace camisas y pantalones. Ayer, llegó a la premiación con una cartera de camba hecha por sus manos y estaba ansiosa por el premio. Este año se graduará de la escuela.

Por otro lado, desde el pueblo Gnöbe Buglé, Ñurum, Veraguas, llegó Catalina Jiménez, quien tiene una cafetería donde vende desayuno, almuerzo y cena. La señora inició su negocio con dos libras de maíz y recordó que se levantaba a las 3:00 a.m. a moler el maíz para que estuviera listo a las 6:00 a.m. y luego empezar a freír las tortillas.

El MIDES lleva tres años premiando a la mujer. Son seis distintas categorías y por primera vez se incluyó la de Mujer Emprendedora con Discapacidad. En el acto fueron premiadas 15 féminas.