Buena música, comida y, lo más importante, sana diversión, fue lo que se vivió en la gran feria parroquial que ofrecieron los miembros de la Iglesia San Antonio María Claret, de Hato Pintado.
El motivo de esta feria fue recoger fondos para la construcción de las etapas que faltan por terminar del complejo parroquial.
Para realizar tan loable tarea, todos los miembros de la comunidad pusieron su granito de arena y así apoyaron la obra a beneficio de la iglesia.
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