¿Cómo anda señora, Moza? Le escribe una chica que no sabe qué hacer. Me llamo Marina y vivo en San Miguelito. A simple vista me veo feliz, pero no es así, ya que estoy sufriendo por un hombre de quien estoy enamorada perdidamente.
Moza, a ese hombre lo conocí en la cárcel. Tal vez no entienda, pero le explicaré.
Resulta que mi hermano está detenido en una prisión del país y en una de esas visitas lo conocí, pues es compañero de celda. Desde un principio me pareció interesante, puesto que tiene una personalidad muy agradable, es guapo y cada vez que llegaba me miraba con mucha ternura. A raíz de eso, un día me abordó y le hice caso y ahora llevamos una relación de meses por teléfono.
Yo me estoy portando bien, porque me gusta mucho y lo esperaré hasta que salga de ese lugar.
El mal de esta situación es que muchas personas me han dicho que ese tipo de relación es muy peligrosa y que ese hombre sólo anda conmigo para sentirse querido ahora que está allá adentro. También me han dicho que una vez salga ese hombre de la cárcel me hará la vida de cuadritos y seré muy infeliz. Moza, no sé qué hacer.
No puedo dejar de decirle que mi novio está detenido por violación.
MARINA
Estimada lectora, déjame decirte que te has metido en una camisa de once varas, pero no te desesperes y comienza a buscar una solución.
Lo más sano es que dejes a ese hombre, ya que eso involucra muchas cosas, por ejemplo, ahora tienes que apoyarlo económicamente y tú no estás para eso, tienes que velar por ti en estos momentos.
Además, andar con un hombre que ha cometido un error como ese no es fácil, pues eso lo ha marcado y es muy difícil salir adelante. Y recuerda que es muy probable que si ese hombre lo hizo una vez, lo haga otra.
Por otro lado, lo más seguro es que esa relación no sea bien vista por tu familia y por la sociedad, por lo tanto no le des dolores de cabeza a los tuyos, que mucho tienen ya con tu hermano. |