Desesperada. Así se siente una humilde madre panameña, que pide respuesta a las autoridades.
Maritza Reina dijo que el pasado 4 de febrero fue a la morgue judicial a interponer una denuncia, ya que su hijo fue asesinado el 9 de enero del presente año. La querellante señala que cuando fue a retirar el cadáver, al parecer a éste le faltaban las córneas.
Según la denunciante, su hijo jamás autorizó que al fallecer se le sacara parte de sus órganos. Señaló que cuando su hermana se acercó a identificar el cadáver, no se le permitió la entrada con la excusa de que no eran horas hábiles.
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