Cojinúas, pargos, sierras, salmón y todas las variedades que el panameño se pueda imaginar, eran ofrecidas a los clientes en kioskos de nombres muy originales como: La Sangre de Cristo, Mariscos Zapata y Betty, entre otros.

La nota discordante la pusieron los precios, ya que los clientes se quejaron del alto costo de los mariscos, en comparación con años anteriores, aunque esto no presentó inconveniente alguno para que las ventas estuvieran bastante buenas, según lo comentó uno de los vendedores.

No lo piense mucho y apúrese a comprar sus delicias marinas, para disfrutar de una buena comida durante todo el fin de semana, ya que el Mercado del Marisco cerrará sus puertas el día lunes por motivo de limpieza.