Oriunda de la República Dominica, esta mujer que hace 32 años llegó a Panamá por medio de una compañía de enviar de dinero y valores que la contrató (Codeinsa), ahora vende frutas. En esta compañía se ganaba un jugoso salario.

De esa manera es como empieza a su nueva vida en un país extraño, pero todo cambió, tras renunciar a su trabajo, donde tenía cuatro años, por tener diferencias con su jefe.

Ella queda varios días sin conseguir empleo, hasta que empieza a trabajar en un local de venta de legumbres y frutas donde le pagaban B/.7.00 diarios.

"Al principio fue difícil porque de lo mucho pasé a lo muy poco, pero gracias a Dios, logré salir adelante", manifestó Tomasa.

Cuenta que le tocó vivir en un cuarto muy pequeño, lleno de cucarachas, pero esto no fue factor para que desfalleciera; por el contrario, pone su propio negocio y desde ese momento las cosas fueron mejorando poco a poco.

Alcanzar el éxito no fue fácil, pues al principio sólo había pérdidas en el negocio y tampoco sabía comprar las legumbres en el Mercado de Abastos.

Su persistencia y su decisión a invertir sin miedo a perder y después de analizar muy bien el negocio fueron su secreto.

En el futuro sueña con hacer apartamentos de alquiler para así poder retirarse en paz y tranquilidad. Con su trabajo educó a sus tres hijos y a una niña que ella crió.

Después de trabajar tan duro, siente que su esfuerzo ha sido recompensado, al ver a sus hijos convertidos en todos unos profesionales.

A Tomasa la pueden encontrar en su puesto ubicado en el complejo habitacional Los Libertadores, todos los días desde las 6:00 a. m. a 7:00 p. m.

ESTUDIOSA
Tomasa Pulinario es licenciada en química y biología. También en administración de empresas.