Como si fuera una película, este fin de semana se registraron tres muertes con similar "modus operandi". Los homicidas identificaron a sus víctimas y, sin equivocarse, las mataron con saña.
El caso más reciente es el de la madrugada de ayer, cuando Álvaro Ramos Smith, de 28 años, fue sorprendido por la muerte. Él estaba sentando en el bar La Birra, ubicado en el corregimiento de Juan Díaz, en compañía de unos amigos, Rafael Antonio Olivardía, de 25 años, Adies Quintero Ardines, de 37, y Laurencio Pérez, de 31 años, cuando un sujeto llegó a su mesa y le propinó tres balazos en el ojo derecho, uno en la nariz y otro en el brazo izquierdo; mientras que Olivardía fue herido en el antebrazo izquierdo, Ardines en el abdomen y Pérez en el muslo y la rodilla derecha. El victimario, según versiones, entró a La Birra "mareando" a los seguridad del local con un supuesto dolor de estómago.
En tanto, el domingo en calle 23, El Chorrillo, a las 8:00 de la noche Mabelin Alemán Aizprúa, de 29 años, fue asesinada por dos sujetos que se le acercaron mientras ella permanecía en su auto Yaris conversando con una amiga y le propinaron 13 tiros. Ella residía en Tocumen.
En la madrugada del domingo también unos asesinos le quitaron la vida a Rogelio Aníbal Tuñón Del Cid, de 41 años, dueño del bar-parrillada "Don Pirri". Las autoridades aún no tienen nada en concreto sobre estos casos.
MOVIL
Según una fuente, la muerte de Álvaro se debe a un tumbe de droga.
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