buscador de noticias    
 
 
SECCIONES
DE INTERES

  martes 12 de abril de 2005 enviar por email versión para imprimir
  EL MUNDO
Condenado por su antigua diócesis
El cardenal Bernard Law, oficia la cuarta misa de las "Novendiali" de Juan Pablo II.

Vaticano | EFE
A raíz de las protestas, la iglesia se fue vaciando, quedando unas cuantas monjitas.

El cardenal Bernard Law, arzobispo emérito de Bostón y patriarca de la basílica de Santa María La Mayor, se vio obligado a oficiar la cuarta misa de novemidiales en sufragio por Juan Pablo II ayer, en medio de una protesta organizada por civiles por supuestos casos de abusos sexuales inconclusos.

Bárbara Blaine, de la asociación estadounidense "Red de Sobrevivientes de los Abusados por Sacerdotes", se mostró "indignada" ante el hecho de que Law oficiara una misa en nombre del Papa, cuando está acusado de haber tratado de ocultar el escándalo de los curas pederastas en Estados Unidos transfiriéndolos de una parroquia a otra, razón por la que tuvo que abandonar la dirección del arzobispado de Boston.

Blaine dijo que "probablemente más de un millar de niños fueron víctimas de abusos, debido a los traslados de estos curas".

El grupo de manifestantes, encabezado por Blaine, tenía previsto repartir volantes sobre sus inconformidades, pero fueron persuadidos por oficiales de seguridad italiana.

EVENTOS REGISTRADOS
Bernard Law, de 74 años, se vio obligado a presentar su dimisión como cardenal de Boston en el año 2002, arrastrado por los escándalos de pederastia en los que se vieron implicados curas de su diócesis.

Al purpurado se le acusa de que durante décadas no tomó medidas contra los sacerdotes que habían sido denunciados reiteradamente por abusos sexuales y que se limitó a trasladarlos de parroquia.

Más de 25.000 católicos de Boston exigieron en aquellos días su dimisión. Law, obligado, se la presentó a Juan Pablo II, quien le aceptó la carta.

La diócesis estadounidense es una de las más afectadas por los escándalos de abusos sexuales por parte de sacerdotes. Se presentaron casi medio millar de denuncias contra sus sacerdotes, que la pusieron al borde de la bancarrota, debido a las grandes cantidades de dinero que pedían las víctimas en compensación por los abusos sexuales sufridos.

 

OTRAS NOTAS

No hubo ganador


Consiguió su libertad


El monstruo de los cielos


La calle del té

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2006 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados