¿ Alguna vez se ha preguntado qué puede hacer para mejorar la vida de sus seres queridos? Tal vez estas anécdotas, que le ocurrieron a gentes como nosotros, nos sirvan para entender lo sencilla que es la vida.
La señorita Dixie Kuehn hizo muy feliz a su tía abuela cuando, antes de su cumpleaños, pidió a la familia que incluyeran estampillas de correo en las tarjetas de cumpleaños que le enviaran.
A la tía abuela le gustaba mucho escribir a sus amigas, pero tenía poco dinero. Y se quedó encantada cuando abrió las tarjetas y encontró las estampillas. Sin duda, una sorpresa doblemente grata.
Un día una jefa administrativa tuvo una sorpresa muy agradable cuando recibió una tarjeta de agradecimiento. Un empleado de otra organización le agradeció por haber entregado un informe estadístico a tiempo. Ella simplemente cumplía con su trabajo, pero alguien lo apreció y le dio la sorpresa.
Si oye un cuento gracioso, anótelo y luego compártalo con sus seres queridos. Y que ellos también se rían.
Y si alguien cercano a usted está pasando un mal momento, dice la escritora Bárbara Kongsolver: "... el amigo que se acerca y dice algo no muy acertado, es preferible al que no se acerca para nada".
También está el caso de una joven llamada Melanie González, quien hace que la gente sepa que ella se acuerda de ellos. Aun cuando alguna amiga no está en casa, ella la llama y le deja un cariñoso saludo en el contestador automático. Es simple, sólo le dice: "Te quiero".
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