Un placer que le costó la vida. Alberto Villarreal, de 45 años, cayó de una palma de aproximadamente 40 pies de alto, increíblemente se levantó, caminó hasta su residencia, ubicada en el sector Sur de La Morelo en Tocumen, y murió en el calor de su habitación.
Según los moradores, a Villarreal se le antojó tomar una refrescante agua de pipa, le dio una especie de ataque y cayó. No dejó que nadie lo ayudara, pero aparentemente tenía fijo morir dentro de su hogar.
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