Y es que al llegar a las instalaciones del centro, ubicado en Samaria, padres de familia y estudiantes se encontraron con lo que denominaron un "desastre total".

La escuela tiene problemas con el cielo raso suspendido, la cerca, los servicios y hasta con el tanque séptico que se desborda.

La maestra del jardín de infancia, Ana Alveo, explicó que la población escolar asciende a unos 800 estudiantes que esperaban con ansias recibir clases. Sin embargo, no pueden, porque además, como no hay techo, el agua mojó televisores, computadoras y otros artefactos del salón de informática.

Otro detalle que resaltan los educadores es que como no tienen puerta en la entrada principal, las personas malintencionadas se meten para llevarse lo que puedan.

Los trabajos en el plantel continuarán esta semana y se espera que el lunes se puedan iniciar las clases.