La esquina
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Redacción
| DIAaDIA
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¡Ojo al Cristo!, dirían las abuelas. Los "gringos" siempre insistieron en un punto: que el brazo de la política partidista no llegara hasta la fuerza laboral del Canal de Panamá, porque esa es la garantía de la credibilidad de que goza la vía acuática. El mundo naviero internacional sabe que en el sistema de elección por méritos de cada empleado del Canal, está el eje de su servicio óptimo. Allí no hay lugar para que entren empleados recomendados por políticos que buscan cubrir compromisos partidistas. Por eso, hay que mirar con mucho resquemor el prohijamiento de un anteproyecto de ley que pretende crear una Junta de Relaciones Laborales para resolver conflictos "que están bajo su competencia en la Autoridad del Canal". Ese es un pitazo de advertencia. ¡Cuidadito! ¡Pelen el ojo a la gallina!
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