El club argentino Quilmes pagó ayer la fianza establecida por la justicia brasileña para liberar al defensa Leandro Desábato, preso desde la madrugada del jueves por haber llamado "negro" a un jugador del Sao Paulo. No obstante, aún deberá decidirse si Desábato puede regresar a Argentina o si debe permanecer en Brasil mientras es procesado por el delito de "injuria calificada con agravante de prejuicio racial", que puede suponer una pena de entre uno y tres años de prisión.