Monseñor José Domingo Ulloa no solo viene con nuevos planes, sino que está innovando con su escudo episcopal, en el cual destaca hasta su tierra natal, su espiritualidad y su proyección pastoral como obispo. Por eso, usted ve una simbología cristiana enmarcada por el sombrero eclesiástico negro, las siete borlas en color verde y la cruz que los une, sus dos cuadrantes superiores en azul y amarillo que recuerdan su ciudad natal, Chitré.
En el primer cuartel izquierdo, en fondo amarillo, sobresale un cordero simbolizando la presencia e inspiración de San Juan Bautista a lo largo de su vida y el deseo de ejercer su ministerio episcopal desde el ejemplo de humildad del precursor.
El segundo cuadrante derecho, en fondo azul, destacan unos panes y la azucena. Los panes recuerdan la caridad con la que el santo arzobispo agustino Santo Tomás de Villanueva socorría a los pobres, solicitud pastoral que desea imitar monseñor Ulloa Mendieta, y la vara de azucena hace memoria de San José, cuyo nombre lleva Mons. José Domingo, y que es ejemplo de hombre de servicio, de confianza en Dios y disponible a sus planes.
En el tercer cuadrante inferior, en fondo gris, aparece el mapa de Panamá, entrelazado por símbolos agustinianos del libro y el corazón, expresando la realidad pastoral de este país, en el que la Orden San Agustín (OSA) sirve a la Iglesia.
Como divisa, en cinta dorada con letras negras, las tres palabras que resumen su misión pastoral reflejada en los signos anteriores "Humildad, servicio y caridad", lema que indica el ministerio al que ha sido llamado por la Iglesia, dejando a Cristo la centralidad de la evangelización y manifestando que el ministerio episcopal es un auténtico servicio.
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