Se aseguraron. A siete ex empleados que fueron despedidos de la Pastoral Social Cáritas, se les concedió ayer un secuestro contra los bienes muebles y las cuentas bancarias.
Mientras que los técnicos y los peritos de la Junta de Conciliación y Decisión estaban fuera de la institución de carácter social, afuera los ex trabajadores recibían el apoyo de grupos campesinos.
Sonia Fuentes, quien fuera hasta hace un tiempo la coordinadora del Programa de atención a emigrantes, explicó que desde que se cambió al director de la institución aumentó la planilla de 15 personas a 40.
"Por eso garantizaron que los fondos no fueran malversados, puesto que nadie nos garantiza que cuando se resuelva la demanda, exista el dinero para pagarnos", dijo.
Según Fuentes, el texto de la carta de despido para los siete era por ser personas violentas, falta de ética, que considera está basada en mentiras. Lamentó que la misión y visión de Cáritas en estos momentos sea nula, por eso solicitaron la intervención del MITRADEL.
Ante estos señalamientos, directivos de Cáritas prefirieron no hacer comentarios.
ACUERDO
Hoy los ex trabajadores se reunirán con el abogado de Cáritas, de no llegar a un acuerdo, seguirán con la demanda.
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