En el sueño, se inició el primer show y a diferencia de años anteriores en los que no se escatimaba nada para hacer de la "gala de la belleza" la producción más lujosa del año, aquí todo era barato y chabacano. Eliminarían a las candidatas por llamadas, como se hacía en los concursos de escuela primaria en los que ganaba la que más centavos llevaba.

Pasado el show de la segunda semana en el que participaron de un reto que demostró que el cerebro de ciertas participantes estaba en 'huelga de neuronas caídas', también en el que un circo de tres personas juzga y pide lo que a ellos les falta, y en el que una candidata de la etnia negra fue acribillada por ser honesta y decir que ella en su provincia come el pescado con las manos, después vino el tercer asalto, perdón, la tercera gala.

¡Wow¡, una escenografía de concepto oriental que superaba en creces la inicial. Buena iluminación acompañada de correctos tiros de cámara me decían que el show iba a ser bueno, un opening maravilloso de la muy talentosa María Cecilia Triana. Se veía que Karín de Farías había decidido volver a producir un evento con la calidad de los que produjo cuando la marca era sólo de RPC y Mercedes Eleta de Brenes era su gerente.

Esta vez, en un reto de actuación, una a una de las participantes quedaba atorada en un elevador y tenían que arreglarse ahí dentro-, entiéndase que llevan en su bolso no solo ropa limpia, maquillaje y depiladora, sino una secadora, - porque unos fotógrafos afuera las esperaban, pero para suerte de las mujeres panameñas, "ese elevador" contaba con conexión para secador de cabello..., ¿o era de batería? ¡Cuánta creatividad! Sumado a ese, otro de resistencia, escalando un muro para ver cuál estaba en mejor condición física porque me imagino que en el internacional tendrán que escalar la Torre Trump de Nueva York. ¡Cuánta preparación intelectual!... suerte que todo es un sueño.

Pero como según la producción de Realmente Bella, las señoritas van a ir a Bahamas a cocinar, cuando la realidad es que son tratadas como reinas y que no friegan un sólo utensilio ni se acercan a una cocina desde que llegan al país sede, decidieron que si la semana pasada no sabían montar una mesa, esta semana debían conocer cómo se hace el sushi porque me imagino que las nuevas reglas del Miss Universe dicen que uno de los premios es ser la cocinera o, mejor dicho, 'chef gourmet' de Donald Trump. Confundido en mi sueño no sabía si veía a 'Quiero ser Chef', 'Realmente Bella ' o una cámara escondida...

Pero como el ratings es lo más importante, meterle polémica, chisme y algo de patio limoso no está mal, toda la semana promocionaron unas supuestas declaraciones de las participantes sin saber que estaban siendo grabadas. Allí se observó como son realmente, pero todo es paz y amor el día de la gala, y entre ellas se entregan el premio a la Miss Amistad... después que se sacaron los ojos... ¿Belleza integral?

¡Acabo de despertar y veo que no era un sueño, sino Realmente una Pesadilla! Karín de Farías es tan talentosa que se tiene que estar cortando las venas, porque quienes conocemos su profesionalismo, sabemos que esto no es de la calidad que ella acostumbra. Si siguen así, ya sabemos qué país otra vez va quedar detrás de la ambulancia, esta vez del 911.

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