Un tremendo susto se llevó el profesor jubilado Stanislao Figueroa, porque cuando terminó de leer en la biblioteca pública Mateo Iturralde, en calle primera de la ciudad de Colón, se dio cuenta que estaba solo y encerrado.
De inmediato lo invadió la desesperación, viéndose obligado a golpear la puerta principal, lo que alertó a vecinos del área, quienes llamaron a los bomberos.
Al parecer, la encargada de la limpieza se encontraba cerca en una diligencia, por lo cual había cerrado el local.
Los camisas rojas calmaron los nervios del profesor Figueroa, quien por varios minutos sostuvo conversación con ellos a través del cristal de la puerta.
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