Ni la pertinaz llovizna detuvo la multitudinaria procesión de la imagen de la Divina Misericordia, en Paitilla, ayer.
Durante la homilía, presidida por Monseñor José Dimas Cedeño y concelebrada por el padre David Cosca, no cabía el clásico alfiler en el Centro de la Divina Misericordia.
Cosca expresó a los devotos que "no sólo hay que seguir una procesión o una imagen, sino que a través de ella se dé una conciencia cristiana y una verdadera conversión".
El cuadro que veneran fue pintado por un artista, bajo la dirección de Sor Faustina, el cual quedó concluido en 1934.
Sus devotos explicaron que los rayos que salen del corazón de Jesús en esta imagen, uno rojo y el otro pálido, simbolizan la sangre y el agua que brotaron del corazón traspasado de Jesús en la cruz.
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