Ellos estuvieron la noche del viernes pernoctando en el patio de las instalaciones de la entidad, porque los portones principales fueron cerrados con candados.

Marcelino Searles, vocero de los educadores, manifestó la protesta para exigir los nombramientos, ha sido en vano hasta ahora, pese a que ellos ya cumplieron con el requisito de más de dos años en áreas de difícil acceso para que les den su permanencia.

Ayer, en horas de la noche, el ministro de Educación, Salvador Rodríguez, y los docentes llegaron a un acuerdo verbal en donde se dio un supuesto fin a la protesta, porque la buena nueva es que serían nombrados.

Pero la polémica se dio cuando las autoridades no quisieron firmar el punto en donde se especifica que no habrá represalias.

Searles adujo que no se moverán hasta que les den por escrito un documento que certifique que fueron nombrados y que no serán castigados.

Desde el viernes, los docentes se enfrentaron a una serie de incomodidades, porque les cerraron las puertas que les permitían tener acceso a agua potable y a los baños.

Yulissa Ramos, educadora de la provincia de Darién, dijo que está sentida por la forma en que los trataron. "Pasamos una noche difícil, lo que hicimos es que lavamos la ropa para poder tener ropa limpia", aseguró, pues no es justo que no los hayan nombrado a pesar de que se necesitan maestros y profesores en las escuelas.

FIRMES
No se irán a sus casas hasta que el nombramiento esté por escrito.