Hoy es el día... Dos amigas se encontraban tomando un café y una confesó que la mamá la llamaba mucho por teléfono para que fuera a hablar con ella. A esa hija le molestaba lo que contaba su progenitora porque era muy aburrido.
Además de otros lamentos y quejas.
La otra amiga le confió que estando al lado de su madre sentía fortaleza y se sentía mejor en momentos difíciles.
-"Caramba", se apenó la otra ... Eres mejor que yo.
-"No lo creas, soy igual que tú", respondió la amiga con tristeza... No obstante, esta amiga le confesó que eso lo hace ahora que su madre está en el cementerio, ya que murió hace tiempo. "Mientras estuvo conmigo, tampoco yo iba a platicar con ella y pensaba lo mismo que tú. No permitas que te pase lo que me pasó a mí".
En el automóvil, iba pensando la muchacha en las palabras de su amiga.
Cuando llegó a la oficina, dijo a su secretaria:
-"Comuníqueme por favor con mi mamá, no me pase más llamadas y también modifique mi agenda, porque este día y muchos más se los dedicaré a ella".
Si de algo te sirve mi experiencia, platica con tu mamá hoy que todavía la tienes, valora su presencia resaltando sus virtudes -que seguro las tiene- y trata de hacer a un lado sus errores que, de una forma u otra, ya forman parte de su ser.
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