Josef Fritzl, el hombre de 73 años acusado de haber mantenido durante más de 20 años en cautiverio a su hija de 42 años, es sospechoso también de abuso sexual y de ser el padre de seis hijos de su propia hija, Elisabeth, que nacieron en el sótano donde estaba recluida, en un edificio de Amstetten (Austria).